Reseña #132: Hija de las Tinieblas: Reclama el trono - Kiersten White




Título: Hija de las tinieblas: Reclama el trono
Autor: Kiersten White
Año de lanzamiento: México, 2017
Editorial: VRYA
N° de páginas: 486
Calificación en GoodReads: 
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SU COLUMNA VERTEBRAL ERA ACERO; SU CORAZÓN, UNA ARMADURA; Y SUS OJOS, FUEGO



Nadie espera que una princesa sea brutal. Pero Lada, la hija de Vlad Drácula, siempre lo fue. En cambio, su hermano Radu es un joven gentil, inteligente y sensible. Todo lo que Lada y su padre desprecian.

Cuando Drácula condena a sus hijos al destierro y los deja en manos del sultán otomano, Lada y Radu conocen a Mehmed. Por primera vez, Radu siente que tiene un verdadero amigo y Lada tal vez encuentre en él a alguien por quien valga la pena sentir algo. Para Radu, el imperio otomano es su hogar. Para Lada, el enemigo. Ella será capaz de sacrificarlo todo con tal de volver a su amada tierra.

Lada, Radu y Mehmed crean un triángulo oscuro y apasionado, que desafiará todas las reglas, lealtades y sentimientos.





Durante un tiempo esperé con emoción leer esta historia, porque no me pintaba a la protagonista como la hermosa princesa de un reino que lo perdería todo para aprender a luchar, que me decía que era ruda desde el inicio y para nada frágil, eso me llamó. Además de que había comenzado a leer otro libro de esta misma autora y su forma de escribir y la ironía en sus palabras era muy entretenida, me esperé esto como algo parecido, incluso más divertido, pero...La historia de Lada, Radu y Mehmed es una de esas que no tienen pies ni cabeza, y siento un poco de tristeza porque el potencial de introducción a esta saga era enorme.

Primero quiero decir que leí muchas reseñas positivas, en mi caso, voy a diferir y contar que ha sido, quizá, la lectura más pesada que he tenido en lo que va del año, el progreso desde el nacimiento de los personajes hasta lo que llega como su primera, digamos, conquista de una batalla...territorio, títulos, y lo que implicaba vivir y ser herederos o merecedores de un título. El caso es que es poco resaltable lo que ha sucedido con Lada, creció siendo salvaje a pesar de los intentos por instrucción para ser dama, se revela, es astuta, ágil, y muy fría...las últimas tres cosas sí que me gustaron. Pero el libro como introducción fue demasiado largo, demasiado rodeo y muy repetitivo, lo que le resto vida al mundo increíble que la autora tenía en mente, que se logra vislumbrar.

Radu es el hermano menor de Lada y a mi parecer, sobra. No siento que aporte algo realmente interesante aunque sí, es observador, tanto sentimentalismo y necesidad que muestra es desesperante. Venga, que me identifiqué demasiado y por eso me cae tan mal. Lo siento mucho, por mí. 

En el lado de Mehmed, la verdad es que tiene cierto crecimiento como personaje, es un poco despistado pero el objetivo principal con él siento que se cumple a partir de su toma y dirección de los Otomanos, que son, antes de la llegada de Lada y Radu a su pueblo, el enemigo principal del padre de los chicos, Vlad Drácula. Y no, no es ESE Drácula, como él ninguno, jamás, ninguna en esta vida y en todas las que vengan. Este es solo el uso de su nombre sin llegar a sus tobillos...como ha sido desde siempre. 

En conclusión, no he disfrutado de esta lectura, ni como historia ni como introducción, sé que muchos sí lo hicieron y me encantaría que me comentaran los motivos específicos de ello, porque de verdad me intriga saber qué pasó conmigo como para no conectar con una historia de una heredera que nació siendo salvaje y sanguinaria, de esas que primero te patean el trasero y luego te preguntan qué hiciste...porque esas son mis favoritas pero Ladislav no lo logró conmigo y con todos los demás sí...me puede la curiosidad.

Es todo lo que puedo decir hasta ahora, gracias por seguir acá y, les debo la celebración del segundo aniversario del blog...quizá para fin de año, si es que sigo por acá, uno nunca sabe...xx


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