Reseña ·171: Los chicos del hambre - David Arnold



Título: Los chicos del hambre
Autor: David Arnold
N° de páginas: 346
Editorial: VR México
Calificación en GoodReads: 










“Consideren esto: millones de personas en el mundo, cada una con millones de yos. Soy un observador pasivo, experto en ser invisible. Soy amante del arte, de los Mets y del recuerdo de papá. Represento aproximadamente a una siete billonésima parte de la población; estas son mis multitudes trascendentales y es solo el comienzo...”.






Hola chicos, sean todos bienvenidos a un nada sorpresivo unpopular opinion: Los chicos del hambre por David Arnorld.

«Habìa estado pensando mucho sobre el amor últimamente, que no depende de la persona que lo recibe, depende de la persona que lo da»

He visto que a muchas personas les ha gustado esta historia narrada a dos voces con un constante ir y venir entre siete dìas anteriores y el presente, y dirè que a mì no me gustò ni un poquito...vamos que hay frases que me gustaron bastante y que en un inicio es muy fluido, no es que la narrativa sea mala porque de alguna manera atrapa por el simple hecho de que mi corazòn amante de misterio querìa saber què, còmo y cuàndo sucediò lo que sucediò pero venga que el autor tiene esta tendencia a repetir. Y es que no solo repite frases, repite escenas y al parecer vivencias entre los personajes que resultan desesperantes...

Pero eso no fue lo que hizo que no me gustara

«El deseo de ser a la vez visto e ignorado continùa eternamente»

Y es que David pecò con la situaciòn y no sè si querìa crear consciencia o làstima por sus personajes, pero lo que yo ganè fue comenzar a tener pequeños signos de ansiedad y crèanme, a una persona como yo eso no le conviene, asì que me tomò bastante tiempo leer sobre Vìctor y los deseos (romànticamente difuntos) de su padre, compadecièndose todo el tiempo sobre su Sìndrome de Moebius que vamos, sì entiendo el punto discriminatorio y de autocompasiòn pero se la pasaba repitiendo que su padre habìa sido lo màximo y que lo enseñò a abrazar su diferencia (no a amarla pero era algo bueno) y el tipo vivìa hablando mentalmente con èl mismo y en constante "me veo horrible, los odio a todos por mirarme pero cuando yo mismo me miro me odio) y pues la verdad eso me dejò una pèsima sensaciòn.

Luego tenemos a Madeline, Mad para los cuates, que fue elegido sabiamente pues Mad como saben todos es "molesta" o "enojada" puede que incluso "tocada" en el plano mental, y eso lo menciona el personaje, o sea el autor, como que no siendo su personalidad irascible lo suficientemente peligroso por lo silencioso de su situaciòn como que todavìa quiso que no te sintieras idiota y te lo explicò, lo que de hecho hizo exactamente lo contrario. 

«Todos somos parte de la misma historia, cada uno, un capìtulo diferente. Podremos no tener el poder de escoger el escenario o la trama, pero podemos elegir què clase de personaje queremos ser»

Los demàs personajes (suponiendo que la madre de Victor y viuda de su padre, daaaah, era personaje central) pues aparecen muy poco, se supone que son el eje de la historia (y supuesta salvaciòn de Vic y Mad) hacièndolos innecesarios y bàsicamente fantasmas, cosa con la que logran que la supuesta conexiòn entre ellos sea poco creìble. Incluso molesto con esa niñita Coco, totalmente irreverente y falta del valor primordial del respeto, no la justifica ser huèrfana.

Y pues sì, la verdad es que como les dije desde el inicio, para mì fue una triste historia que me deja con mal sabor de boca pero nunca descarten lecturas por mi opiniòn, todos tenemos tiempos diferentes para cada caso, si ya lo leyeron, ¿què opinan?

«Es algo triste reconocerse a uno mismo en algo triste»