Reseña #393: Mis días en la librería Morisaki - Satoshi Yagisawa

 







Jinbocho, Tokio es el barrio de las librerías y de las editoriales, paraíso de los lectores. Un rincón tranquilo y ajeno al tiempo ubicado a pocos pasos del metro y de grandes edificios modernos donde filas y filas de escaparates llenos de libros, nuevos o de segunda mano se encuentran al alcance. Takako, con veinticinco años y una vida bastante descolorida, no suele frecuentar ese barrio. Sin embargo, es allí donde se encuentra con la librería Morisaki, que ha pertenecido a su familia durante tres generaciones.






Hola, dos reseñas el mismo mes, actualmente, parece un milagro ja ja 😆 Pero se logró así que, palmaditas en la espalda a mí misma por el logro.

Hoy les contaré un poco sobre un libro chiquitito que me tomó un par de semanas leer pero que quedó bastante subrayado y con anotaciones en varias páginas a pesar de no entrar como favorito del segundo cuarto del año, eso y que quiero aclarar antes que la sinopsis no está tal cual GoodReads o la propia edición porque a mí parecer revela prácticamente todo lo que en esencia sucede en el libro.

¡Ah, pero antes! Les dejo una canción, nada más para que la escuchen mientras leen la reseña.




Mis días en la librería Morisaki nos lleva a un barrio de Tokio, llamado Jinbocho. En ese lugar se encuentra Satoru Morisaki, dueño y profundo amante de la librería Morisaki que su padre (tras su ruego) le heredó tras enfermar y posteriormente morir. La historia nos la narra Takako, sobrina de Satoru.

Aquí de nuevo quiero hacer una aclaración con respecto a sinopsis, el nombre que aparece allí es Tatako pero a lo largo de todo el libro el nombre utilizado es Takako, me confundí un buen rato antes de escribir la reseña jaja pero ajá, para que no les pase es un pequeño error de edición, supongo 👀

Bien pues, continuo...

Takako es una joven mujer de 25 años que, el mismo día, pierde a su pareja y el trabajo que la mantenía a flote. ¿Cómo? Bueno, Hideaki, el novio de 1 año de Takako resulta ser un imbécil monumental y no vale la pena hablar de él salvo para recalcar lo que no se debe hacer (no tener respeto) y para encaminar la historia de vida de nuestra protagonista, de ahí, nos olvidamos de ese asqueroso ser.

Tras recibir la noticia de próximas nupcias de Hideaki, Takako cae en una depresión profunda que no tiene miras a abandonar a pesar de reconocerlo y es entonces cuando, tras acertadamente compartir la situación vía telefónica con su madre, Takako recibe la inesperada llamado de su tío Satoru, un hombre extraño, abandonado por su esposa que hace cerca de diez años que no ve pero que le invita a tomarse un tiempo lejos de la ciudad para así encontrar el modo de sanar.

Takako se muestra apática todo el tiempo, incluso una vez que llegó allí para con el paso de las semanas se ve orillada a convivir con las personas del barrio de librerías, cafeterías y editoriales (vaya el paraíso para cualquiera que lee esas descripciones) que la rodean. Allí comienza no solamente a salir de la oscuridad que la invadía sino que encuentra refugio y motivación entre las letras que la abrazan y la preciosa persona que es Satoru, su extraño tío.

No podría revelar la cantidad de personajes que hacen aparición en estas escasas 155 páginas, el peso de cada historia compartida, las personas que transitan por la librería, como las alas de Takako se abren con lentitud pero con seguridad, como sana un corazón, como se encuentra el perdón y como algo tan sencillo pero precioso como un libro trae más de lo que esperamos cuando peor estamos.

Como les comenté al inicio, este libro quedó con muchas páginas subrayadas, notas, deseos y uno que otro secreto entre ellas, tal vez algún día alguien los vea y me recuerde cuando la realidad era deseo y cuando un secreto dolía pero ya no lo hace así que, ¿Quién sabe? Tal vez para ustedes podría tener el mismo (o incluso un mejor) significado.

Muchas gracias por pasarse a leer mi opinión sobre esta historia, ¡hasta pronto! 🌻