Favoritos del mes [#5] - Julio



Hola, chicos 🌞
Bienvenidos a la última entrada del mes. Quiero contarles que a pesar de sentirme bastante decaída algo me poseyó para mantenerme viendo todo lo que pude en Netflix y otras plataformas, además de haber leído algunos libros, como habrán notado no hubieron muchas entradas este mes salvo unas cuantas reseñas así que, les muestro lo que vi y una cartita que escribí para estabilizarme en estas fechas tan tristes para mí. Gracias por pasar, ¡los leo en comentarios y redes! 😘



Este mes leí 5 libros, de los cuales favorito como tal no tengo, todos están en nota media pero no por eso significa que sean malos, solo no me dieron tanto como en otras ocasiones, así que, aquí vamos:

  • Maldita - Frank Miller & Thomas Wheeler (Reseña)

Este libro ya lo había reseñado a inicios de año pero Editorial Océano de México me invitó a unirme a la Lectura Conjunta antes del estreno de la serie producida por Netflix, me uní y lo disfruté más que la primera vez y, gracias al cielo, terminé en un grupo con chicos que comparten opiniones honestas con respecto a todo, como el libro y la serie, así que, todo bonito.

  • Otoños pasionales - Abigaíl Miranda (Reseña)
  • Acepta que nos hemos enamorado (Reseña) y Enamorada para siempre (Reseña) - Irán Flores 
  • A la caza de Houdini - Kerri Maniscalco (Reseña pendiente) 


LECTURA ACTUAL:

  • Harry Potter y La piedra filosofal - J.K. Rowling
Esta es la segunda vez que trato con este primer libro de saga, ya sé que es súper famosa y que todos la aman pero desde pequeña nunca me ha llamado la atención, creo que debido a que me obligaron a ver las primeras dos películas creyendo que por ser niña aún me gustarían...en fin, que lo estoy intentando de nuevo porque le prometí a mi mejor amiga que lo leería y hay cosas que no me cuesta cumplir así que, llevo 30% y la verdad es que sí fluye, se lee rápido y me saca unas risas pero no siento conexión con nada, a ver qué tal cuándo lo termine.


Bueno pues este mes, como les dije antes, me pasé sentada frente a la TV casi todos los días y vi series bastante entretenidas, aquí les dejo alguito de lo que vi:

  • Oscuro Deseo 
Esta serie me sorprendió, honestamente no pensaba verla pero un viernes estaba aburrida y puse el primer capítulo, me pareció bastante normalita hasta que me hicieron creer que un suicidio era un posible asesinato y dije: ¡De aquí soy! Luego apareció una chica llamada Regina Pavón, que ya había visto en un par de películas  cómicas pero no la recordaba y bueno, su actuación en este thriller erótico me fascinó, tanto que ya soy muy fan suya y la sigo en todas partes como la acosadora que soy, le veo mucho futuro en la actuación del cine mexicano, les recomiendo mucho su trabajo, es bastante multifacética. 
  • Maldita
Esta serie es la adaptación del libro que les comenté más arriba y la verdad no me gustaron las actuaciones, los cambios que los mismos autores que fungen como productores y guionistas de la serie me decepcionaron bastante pero como la masoquista que soy veré (y leeré) la segunda parte, claro que sí.
  • Dulces Magnolias
Es completamente lineal de inicio a fin pero, el infiel pierde como siempre y eso me hizo feliz, además que disfruté mucho la amistad que tienen las tres protagonistas, sé lo que es vivir en un pueblo más o menos así y además me encantó que nadie grita, todos hablan sus problemas y eso es como el pueblo utópico pero bonito...aunque creo que se debe a que parece ser bastante cristiano, ¿ya la vieron?
  • Monarca
Esta serie también la vi porque me enteré que Regina Pavón participaba, aparece poco pero apantalla mucho, además es otra serie de producción mexicana y está muy bien hecha, además Irene Azuela es tremenda actriz, no la había visto pero quedé encantada. Además está Rosa María Bianchi que es tremenda mujer en la actuación mexicana, súper se las recomiendo y si la ven (o ya la vieron) cuentenme qué les pareció ❤🌱



SIGO VIENDO:
  • Modern Family (Temporada 8)




En películas ya no diré tanto, solo les muestro las portadas y les digo, disfruté todas y cada una de las elegidas este mes...veo todos los viernes y sábados, viernes con amigas por Netflix Party y los sábados con mi tía que es amante de las películas.









Me duele. No sabes cuánto me duele. Estoy dividida entre lo que pienso y lo que siento, no sé qué tanto es real y cuánto podría ser autoimpuesto pero sí sé que me duele. Hace un año que no estás. Un año de aquél sábado que mientras hacía una larga fila para pagar entró la llamada preguntando si sabía cómo y dónde estabas, querían saber cuándo fue la última vez que escuché tu voz o intercambiamos mensajes y dije: "Tres días. Hablamos hace tres días". Los mismos tres días que horas después confirmaron que llevabas fuera de este plano existencial. Los mismos tres días en los que ya no sentías ese dolor en tu pecho, ese vacío en el estómago, esa nostalgia que todas las noches en el balcón me contabas que sentías desde que tu gran amor se te había adelantado.

Sigo sin entender cómo pasó. Dijiste que estabas bien, que te recuperabas, que estabas con tu familia y de las mil veces que te pregunté si estabas seguro, si podía hacer algo, mil una dijiste que sí, que no me preocupara, que no pasaba nada. 

Pero la última vez que estuvimos juntos me abrazaste tan fuerte y me pediste que fuera feliz, que dejara de pensar en los demás y disfrutara, que me equivocara, que no le debía nada a nadie. Que olvidara mi rencor al pasado, que amara de nuevo, que amara sin miedo, que saliera, que me perdiera porque nada malo me podría pasar porque siempre estarías conmigo. ¿Cómo iba yo a saber que iba a ser así? Pensé que te referías a una llamada, un mensaje, al viaje planeado, a los planes de tener a Bárbara juntos antes de hacernos completamente viejos, pero ella tampoco llegará porque tú ya no estás. 

Sé que te dije que no sé qué es real y que no, y bueno, ayúdame a entender, la cosa es así, hace un año que no te lloro, hay días que no te pienso mucho, los destellos de "tengo que contarle", "ja ja, sí es él", "¿por qué no veo mil estados en whatsapp?" se han ido haciendo menos, pero en tu cumpleaños, un día antes del mío, me encerré y lloré mientras te deseaba un feliz cumpleaños y recordaba esa primera noche, donde no me conocías pero aún así me invitaste a celebrar juntos porque yo estaba sola y el lugar era nuevo, tú no sabías nada de mí pero aún así dijiste: "Venga, profe, mañana trabajamos pero mínimo a las 12 dejamos atrás mi cumple y entramos al suyo con las mañananitas y un shoot de tequila" y me quedé, te impresioné con mi manía de no mezclar tequila con nada que no sea una pizca de sal y juguito de limón para amarrar porque aunque tú lo adorabas no podías tomarlo si no era preparado y así, el tequila y dos noches de enero nos hicieron inseparables. Tercos y orgullosos, sentimentales y comelones, la pareja de ese pueblo que no concebía una amistad entre un hombre y una mujer jóvenes que solo querían estar en el balcón cada noche fumando, cantando, platicando, trabajando o simplemente viendo las estrellas ahí, donde aún no hay edificios que los cubran.

No he podido llorarte con verdadero dolor, con esta angustia, con esta falta, con esta verdad porque necesito que alguien me abrace, me mire y solo continúe abrazándome, que diga que el tiempo cura aunque en mi mente diga que es una estupidez pero, efectivamente, el tiempo me muestre que es verdad, que el dolor mengua, que la mente supera, que el corazón se apacigua. Pero estoy sola, juzgada, observada en momentos inoportunos pero sola en los cotidianos. Aquellos a los que alguna vez quise contarles en verdad cómo estoy dijeron "Así es la vida, todos vamos a morir", "Tienes que superarlo", "Yo lo pasé pero ni modo, así pasa". Y bueno, ahora me tomo días para pensarte, pero sigo sin llorar y sin hablar de ti. Hablo contigo a veces, no tengo una sola foto tuya, nuestra, pero tengo ese ejemplar resumido de "Un mundo feliz" de Aldous Huxley que me regalaste cuando me pediste ser feliz, y le hablo, no me animo a abrirlo porque recuerdo las rosas, la pizza y el vino, los cigarros y el cine, el doble largo viaje que hiciste para poder verme unas horas antes de irte, el último abrazo y a ti, pasando en el autobús a mí lado pero ya en el asiento con la mirada fija en el teléfono mientras leías mis mensajes repetidos de "Gracias por venir a verme, cuídate y avísame cuando llegues" esa es mi última imagen mental de ti y me niego a recordarla con frecuencia porque temo olvidar cómo te veías, atrevido con el cabello plata casi al raz pero orgulloso por haberte abierto al mundo en aquel momento, esa es la imagen que quiero conservar, a ti, en aquella banca con mis rosas y tu sonrisa diciendo: "Son rosas típicas porque no encontré girasoles en todas las florerías que pasé desde que llegué" 

No te escribo para despedirme como pensé que sería cuando comencé a hacerlo, con la intención de dejarte ir, te escribo porque en cualquier aniversario, con cualquier fecha, a ti te habría encantado que la gente supiera de ti. Seguro que aunque en privado te hubiera escrito o te hubiera enviado una carta como me encanta hacer, lo habrías publicado en todas tus redes, en todos los números de teléfono que tenías, en cada rincón las personas que te conocían habrían leído lo que yo te decía así que, ¿por qué no? Tu vida terrenal se apagó pero tu vida en esencia sigue conmigo, camina mis pasos, abraza con mis brazos, vive en mis palabras y en mis recuerdos, rueda con mis lágrimas y brilla en mi sonrisa porque me salvaste en aquel pueblo lejano y desconocido, me animaste y compartiste conmigo todo lo que eras y tenías, le diste impulso a mis alas y aún hoy lo primero que pienso cuando las cosas no me salen es "Yo lo intenté tres veces antes de lograrlo y aquí estoy, esto todavía no acaba para ti". 

Y no ha acabado.