#352: La vida invisible de Addie LaRue - V.E. Schwab

 




Una vida que nadie recuerda.
Una historia que nunca olvidarás.

Francia, 1714. En un momento de desesperación, una joven hace un pacto faustiano para conseguir una vida infinita. ¿Cuál es el precio que deberá pagar para vivir eternamente? El olvido. Todas y cada una de las personas que conoce la terminarán olvidando.

Así es cómo comienza la extraordinaria vida de Addie LaRue; una vida que atraviesa siglos y continentes, una vida que atraviesa la historia y el arte, en la que ella intenta comprender hasta dónde será capaz de llegar con tal de dejar su marca en el mundo.

Sin embargo, todo cambia cuando, después de 300 años, Addie conoce a un hombre en una librería. Pero hay algo más… él es la única persona que recuerda su nombre.











Hola, chicos  
Espero que estén bien, de nuevo no he estado mucho por acá, de hecho ya tampoco ando mucho por redes, estoy disfrutando mucho la tranquilidad que te da cuando dejas de lado la tecnología...en fin, deseo que todos estén bien, hoy les voy a contar sobre una historia que esperé muchísimo desde que supe que se publicaría, luego cuando vi la fecha en que llegaría a mi país y al final la exigencia de dos conocidas para que lo leyera tan pronto llegara...bueno que las expectativas se me fueron al cielo, ¿Cómo acabó siendo para mí? Ahora verán.


La vida invisible de Addie LaRue es uno de los muchos títulos que he leído de la autora Victoria Schwab, persona de la que por cierto no encuentro palabra para describir en su trabajo que es precisamente el escribir historias de fantasía que se sienten perfectamente posibles en el contexto que llamamos vida real. En esta ocasión la historia nos hace caminar por 300 años de historia y movernos por lugares como Francia, Italia y (claro, cómo no) Estados Unidos de América. 

Lo primero que quiero hacer es aclarar que no estoy de acuerdo con la sinopsis (la tomé de GoodReads) y es que nos dicen: "un trato faustiano para conseguir una vida infinita" cosa que la protagonista, Adeline LaRue no deseaba, ella deseaba vivir y hacerlo con la libertad de elegir, claro que el trato se hace con un dios de la oscuridad (al que podrían llamar diablo pero, vamos, ¿creen que sea el único?) tergiversa sus palabras porque, seamos honestos, para conveniencia todos somos expertos en darle otro significado a las palabras. Y ahí, la lección número 1: No importa a quién le pidas algo, formula bien tus deseos. 

Y ahora sí, la historia. Mi reacción final ha sido:



Bueno, me chuté 500 páginas de una lectura lenta, repetitiva y sin profundizar en ningún tema en particular para acabar en lo más básico de chica salva chico, chico que por cierto no merecía semejante oportunidad a mí parecer, y quiero dejar bien claro eso, para mí Henry no merecía liberarse porque su triste vida no le parecía suficiente y no creía en nada, así que, perdón por ser así de diabólica. 

En fin, no todo es queja, la verdad es que sí me ha dejado indiferente pero no insatisfecha, la idea, como es usual en Victoria, es extraordinaria, el que Luc torciera su petición para intentar doblegarla a su gusto es perfectamente coherente, la presencia que tiene en cada párrafo en el que entra y sale sacudiendo el piso de Addie por puro gusto es magnífico, el orgullo de Adeline es increíble, su gusto por el arte exquisito, su perseverancia y comodidad una vez que deja de quejarse cada dos por tres en los primeros 50 años de vida es admirable pero que la autora haya terminado por caer en la misma zanja de todos los autores "enamorando" a la oscuridad de su víctima. BAH. Uno más. 

Hay personajes que me gustaron mucho, escenarios que iluminaron mis pupilas mentales y sonidos que pude evocar gracias a las descripciones. Sentí deseos de conocer los lugares descritos, tuve miedo, me deleité en los instantes y reflexioné sobre mí misma gracias a esta lectura, que por cierto me tardé casi un mes en terminar pues de verdad me sentaba por una o dos horas libres a leer y literal cuando miraba habían sido 5 u 8 páginas, ¡en dos horas! Inusual en mí pero sentía que no avanzaba nada así que decidí leer cuando sintiera el tirón y por eso me llevo tanto tiempo, no porque fuera insoportable, La vida invisible de Addie LaRue no es de esas que puedes saltar una línea y lo sigues perfectamente, es de los que si saltas media línea ya estás en otro lado así que, como dije, así lo sentí yo pero cada uno interpreta distinto, no dejen de probar esta historia.