Reseña #399: La niña de las paredes - A. J. Gnuse

 








RECUERDA: TARDE O TEMPRANO, TODOS LOS SECRETOS SALEN A LA LUZ. YA ESTÁS ADVERTIDO.

ELISE SE OCULTA EN CADA RINCÓN DE LA CASA.

Sabe qué tablones crujirán. Sabe dónde están los huecos entre las paredes. Sabe qué partes pueden acogerla, esconderla. Al fin y al cabo, es su hogar. La casa que sus padres construyeron para ella antes de que perdieran la vida en un accidente automovilístico. Y el hogar es donde te quedas, pase lo que pase.

Eddie es un adolescente que intenta olvidarse de la niña que, a veces, ve de reojo. Pero cuando su hermano mayor también la percibe, los dos se enfrentan a un gran interrogante: ¿Cómo te deshaces de alguien que no estás seguro de que exista?

Mientras intentan echar a la niña, atraen a sus puertas una amenaza inesperada y mucho más real, sin ser conscientes de ello.




¡Hola! ¿Cómo están mis queridos visitantes? 👻
Aquí todo está más relajado, el semestre está por terminar y parece que va por buen camino, ya siento mis dos semanas de vacaciones a la vuelta de la esquina (ajá, falta casi un mes pero me hace feliz).

Hoy les contaré sobre un libro que, la verdad, demoré en leer porque le tenía temor, ¿resultó atemorizante? Bueno...les cuento. Pero antes, una cancioncita para amenizar su visita:



Ahora sí, continúen: 

La niña de las paredes es el primer libro que leo de A.J. Gnuse, y me pintaron una historia de miedo en la casa que los padres de una chica le construyeron para que vivieran felices pero en la que...no vivieron, o sí, pero no de la manera convencional. El argumento ya nos cuenta que los padres de Elise están muertos, pero, ¿por qué llegan Eddie, su hermano y su familia a habitar en la casa de Elise? ¿Por qué Elise siente que las paredes son su hogar y no todo el espacio que aguarda fuera de ellos? ¿Por qué es más sencillo para Elise simplemente observar, llevarse lo que necesita y mover de lugar otras sin que los demás lo noten? Hasta que lo hacen.

La historia no es de terror como al inicio se pensó pero sí que resultó ser inquietante y es que a pesar de que los capítulos son breves hay una cantidad insana de descripciones de lugares, situaciones o emociones que de tan largas roban atención para convertirlo en un leve fastidio y quieres saltarte líneas para no perder el subidón que la adrenalina te da. 

El tema central del autor es entender que lo que desconocemos lejos de ser un obstáculo puede ser un trampolín, cosa que totalmente me encantó porque es uno de los principios que trato de adaptar a mi nueva forma de vida por lo que, con ello, me enamoró bastante. Considero que los personajes también están bien construidos, a pesar de ser niños, el grado de madurez que tienen es casi increíble pero debido a las circunstancias es muy entendible así que no me resultó para nada difícil de creer que los actos de una niña de 11 años contuvieran tanta racionalidad detrás.

Son pocas páginas pero se lee muy rápido, deseo que puedan disfrutar de esta lectura y llevarse de ello más de una lección que redirija su modo de pensar y sentir, los tqm, ¡hasta pronto! 🌸