Reseña #180: Los años de peregrinación del chico sin color - Haruki Murakami









Título: Los años de peregrinación del chico sin color
Autor: Haruki Murakami
N° de páginas: 320 [Edición Kindle]
Editorial: Tusquets Ediciones







Cuando Tsukuru Tazaki era adolescente, se sentaba durante horas en las estaciones para ver pasar los trenes. Ahora, con treinta y seis años, es un ingeniero que diseña y construye estaciones de ferrocarril y que lleva una vida tranquila, tal vez demasiado solitaria. Cuando conoce a Sara, una mujer por la que se siente atraído, empieza a plantearse cuestiones que creía definitivamente zanjadas. Entre otras, un traumático episodio de su juventud: cuando iba a la universidad, el que fue su grupo de amigos desde la adolescencia cortó bruscamente, sin dar explicaciones, toda relación con él, y la experiencia fue tan dolorosa que Tsukuru incluso acarició la idea del suicidio. Ahora, dieciséis años después, quizá logre averiguar qué sucedió exactamente. Ecos del pasado y del presente, pianistas capaces de predecir la muerte y de ver el color de las personas, manos de seis dedos, sueños perturbadores, muchachas frágiles y muertes que suscitan interrogantes componen el paisaje, pautado por las notas de Los años de peregrinación de Liszt, por el que Tsukuru viajará en busca de sentimientos largo tiempo ocultos. Decididamente, le ha llegado la hora de subirse a un tren.






¡Feliz inicio de semana, chiquillos! 👋🏼

Hoy les cuento sobre mi primera experiencia con el escritor japonés, Haruki Murakami de quién hacía años que tenía novelas en la mira, primero con Baila, Baila, Baila y luego con Tokio Blues, los cuales sigo sin leer, de hecho leí primero Los años de peregrinación del chico sin color por un impulso y gracias a Ricardo Carrión del blog chileno Elige un libro

Los corazones humanos no se unen sólo mediante la armonía. Se unen, más bien, herida con herida

Bueno pues diré que no me gustó, y por los comentarios compartidos con Ricardo vía Twitter, dudo mucho leer otra obra de Murakami en un larguísimo tiempo (o puede que jamás, no lo sé aún) y es que me ha parecido demasiado largo (¡y tiene pocas páginas!) no por la extensión de la historia en sí sino por la falta de entusiasmo que se percibe y por la tendencia a repetirse, es como decir tres o cuatro veces la misma cosa, los personajes desaparecen de pronto o introducen con la misma facilidad. 

Acepto que el título me encanta y que hay frases que me gustaron mucho, de hecho fue esto último lo que me generó el impulso de leerlo, no cuesta seguir una vez que inicias porque si algo tiene el autor japonés es que fluye, es casi como estar hipnotizado. Con respecto a la pérdida de Tsukuru hasta eso entendí porque lo viví y sé cómo duele y lo terrible que es, podrá sonar exagerado pero que tus mejores amigos o mejor amiga te deje tan de golpe es casi como si tuvieras un miembro fantasma, algo te falta y te cuesta incluso vivir, eres un cascaron. Sí, lo sentí ahí con Tsukuru, pero vamos que buscar respuestas dieciséis años después y solo porque la mujer con la que te acostaste una vez sigue haciéndote preguntas porque te nota mentalmente fuera de esta Tierra por pedos mentales, ¡hombre, qué susto! Sobre todo porque tienes 36 años y no te curaste, existes pero no vives. 

¡Me daba terror pensar que eso puede sucederle a cualquiera!

Por muy sincero que uno sea, hay cosas que uno debe guardarse para sí

Sara es la mujer con la que sale el ingeniero japonés, ella es exitosa y una fashionista, vamos que la admiro por su seguridad y la libertad que emana de ella, aunque aparece muy poco y también llega a parecer un tanto exigente. No es malo ser exigente pero en su inexistente relación con el protagonista me pareció fuera de lugar. 

Ahora, retomando el asunto que le costó a Tsukuru superar, sus amigos le cierran la puerta en las narices, sufre, cambia, existe pero no vive (me repetí, vaya, el poder de Murakami) pero queda con la duda, cosa que lo hace permanecer en constante espera de que las pocas personas a las que se acerca, se vayan sin más explicaciones y es que, ¡le vuelve a pasar! Medité mucho sobre el asunto y es que, aunque suene muy psicoanalista, lo que proyectamos es lo que tenemos. Y, chicos, si algo aprecio de haber leído esta historia, es que me puso a pensar muchísimo sobre lo que quiero y lo que no, pero también a darme cuenta qué hago y lo que falta, así que puede que aunque como novela me haya disgustado y no lo recomiende, como método de autoconocimiento podría ser una joya, ya que te pierde tanto que decides pensar más en tus pérdidas que en la historia.

No puedo decir más al respecto porque no sé como expresar sin herir los sentimientos de alguien pero, es que por lo general le busco lo bueno a todo lo que leo, solo que este libro me causa mucho conflicto, me hace molestar más de lo que quiero aceptar así que hasta ahí la voy a dejar.

Cuando se fuerzan las explicaciones, a menudo se acaba mintiendo

Si alguien lo leyó y gusta comentarlo, puede escribirme por privado en las redes sociales o, incluso ponerlo en los comentarios tal cuál lo piense, amor para todos.


Hasta la próxima 🌻